sábado, 11 de julio de 2009

Naranja como el amanecer

Había una vez un pequeño octopus naranja que vivía en aguas muy lejanas del nordeste australiano. El pequeño octopus se llamaba Octavio y había nacido en la cueva más hermosa del coral. Sólo en aquella cueva podían nacer octopus color naranja. Y eso sucedía porque un viejo coral rojo que vivía en la entrada de la cueva, dejaba pasar los rayos dorados del sol del amanecer. Esos rayos de sol que pasaban a través de el viejo coral, teñían el agua y las paredes de la cueva de color naranja. Como todos sabemos, los octopus son los seres que mejor conocen el arte de copiar. Así fue que nuestro amigo pintó en su piel el primer y más hermoso color que vio al nacer.


Dibujo hecho por Tomás (8 años), sobrino de Toti.

2 comentarios:

  1. Lu, ya me estoy metiendo en la vida de Octavio, esta muy bueno, se lo voy a leer a mis sobrinos, rango de 3 a 8 años, a ver que repercusion tiene.
    Ahora es momento de la acción en busca de la ballena.
    (es inevitable leer esto y no recordar a nemo)
    segui escribiendo que queremos mas!!!

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  2. Gracias Totina por los comentarios. Estaría buenísimo tener la opinión de tus sobrinos. Si les gusta y me quieren mandar dibujos, los puedo incluir en la historia.

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