domingo, 9 de agosto de 2009

Malandro y el Cuervo

Nota: Las historias están ordenadas por fecha de publicación. Las más antiguas aparecen debajo de las más recientes. Si esta es la primera vez que lees a Octavio, tendrías que empezar por la historia del tiburón blanco.

Esta historia no está ilustrada todavía. Los dibujos que me manden los puedo agregar para ilustrar las aventuras de Octavio el octopus.


El pirata Malandro estaba durmiendo en la proa del barco cuando escuchó al Cuervo que gritando se posó en la punta del mástil del barco y dijo:

- Crraaa craa craa!!! La medalla, la medalla del tiburón!

El pirata todavía estaba un poco dormido y no entendía de qué estaba hablando el Cuervo. Además, estaba molesto porque no le gustaba que lo despierten así, a los gritos.

- De qué habla Cuervo? Sea claro. -El pirata Malandro no tuteaba al Cuervo-.

- Cra cra ... el gran tiburón entregó la medalla a un octopus del coral.

- Cómo? De dónde sacó esa noticia?

- Cra cra ... vengo del cumpleaños de uno de los hipocampos. Ellos vieron al octopus con la medalla, trataron de robarla pero no pudieron. Perdieron una estrellita ninja.

- Estos caballitos de mar no sirven para nada...

- Cra cra... La tortuga ayudó al octopus.

- Mh, la tortuga... esto es raro. Por qué el tiburón entregó la medalla a un pequeño octopus del coral? Acá hay gato encerrado.

- Cra cra ... huyamos, no me gustan los gatos. Craaaaaa ...

- Es un dicho Cuervo. No hay gatos en el mar... Dónde queda ese coral?

- No muy lejos de aquí, entre las Islas Encantadas.

- Ja! Las Islas Encantas. La última vez que estuve por esas aguas, perdí mi barco. Ahora entiendo por qué el tiburón blanco decidió entregar la medalla al octopus. Si el octopus no sale de su coral, no habrá forma de entrar a sacarle el tesoro.

Malandro se quedó pensando un rato. El sol empezaba a ponerse detrás del barco y las sombras se estiraban en el agua. El Cuervo seguía parado en el punta del mástil, miraba para un lado y para el otro, tenía miedo que apareciera un gato. No había entendido que 'gato encerrado' era un dicho.

- Levantemos ancla!- Dijo Malandro.

- A dónde vamos?- Preguntó el Cuervo.

- Hacía las Islas Encantadas.

El Cuervo no podía levantar anclas porque no tenía manos. Tenía alas. Así que voló alrededor del barco de Malandro hasta que la cadena y el ancla estuvieron sobre la cubierta y el barco empezó a deslizarse por el agua, llevado por el viento, rumbo a las Islas Encatadas, rumbo al coral.


3 comentarios:

  1. que buenos estan los dibujos!!!quien es el o la autor/a???

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  2. MARIA DEL CARMEN PARISI ARGENTINA17 de septiembre de 2009, 4:09 p. m.

    Malandro es antipático pero no creo que sea tan malo, sólo demasiado ambicioso, ¿podrá encontrar la llave del tesoro??? El cuervo me apasiona, me lo imagino (sólo que no lo se dibujar) dando vueltas por el barco mientras se elevan anclas.

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